TRANSPORTE CARBON

Luego del auge en el precio de los minerales durante la última década, parecería que las grandes compañías mineras y los inversionistas se enfrentan a un declive importante de los precios de las materias primas como el carbón, cobre, níquel y el oro a nivel internacional, estas cotizaciones se han instalado y no se vislumbra un cambio a corto plazo.

Entre los factores que han afectado el mercado del carbón, se destacan el incremento de la producción de gas de esquisto en Estado Unidos, la disminución de la demanda de las potencias emergentes como China y la crisis global que ha afectado a la Unión Europea, haciendo que la oferta a nivel internacional se incrementara sensiblemente. Según datos estadísticos tomados de www.indexmundi.com (página de Internet dedicada a presentar datos de valores de los comodities a nivel global), el precio del carbón a nivel internacional se ha contraído un 12,2 % en el último año medido hasta enero de 2014.

A lo anterior, se suman los inconvenientes que enfrentan los productores nacionales de carbón para llevar su materia prima a los puertos y ubicarla en el mercado internacional.  Esto, debido a la deficiente infraestructura vial, además del alto  precio de los combustibles y peajes, lo cual genera costos elevados en los fletes, restándole competitividad y oportunidades al sector.

Un ejemplo palpable de estos problemas y su falta de solución en el tema de vías, se presentó con la cancelación de la construcción del ferrocarril del Carare.  Esta iniciativa permitiría a los exportadores de carbón transportar cerca de 10 millones de toneladas, desde zonas como Cundinamarca y Boyacá hasta el Magdalena Medio y luego la interconexión con el sistema ferroviario central. Pero la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) informó en diciembre de 2013 que “por cuestiones técnicas y cierre financiero, el originador de la iniciativa ha declinado su interés de la construcción de éste ferrocarril”, dejando una expectativa enorme en el sector.

Retos para el futuro

Observando la grave situación por la que atraviesa la industria carbonera colombiana, se hace necesario pensar en una serie de medidas que permitan aumentar la competitividad, mejorando los procesos productivos a través de los avances tecnológicos disponibles, así como exigiendo el apoyo del gobierno nacional en la readecuación de la infraestructura vial ferroviaria para el transporte de materias primas desde su origen hasta la boca de salida al mercado internacional.

En este sentido, algunas compañías han decidido tecnificar su proceso de explotación y extracción invirtiendo en tecnología, y han logrado aumentar la competitividad de sus minas, sustentado en la reducción de costos de explotación y en la generación de economías de escala (el costo unitario de explotar de cada tonelada adicional es inferior).

Este es el caso de la mina SAN LUIS  ubicada al oriente del departamento de Boyacá, donde DISMET junto a la compañía FERRIT (Rep. Checa), desarrollaron un importante proyecto en el 2013 para la puesta en marcha de una locomotora suspendida. Este equipo, fue destinado al transporte de materiales y equipos para la explotación y a la extracción de carbón explotado al patio exterior, con lo cual la empresa minera aumentó su capacidad instalada de producción y pudo evidenciar la reducción en tiempos de explotación y extracción del mineral, lo cual se tradujo mejoría de la productividad de la compañía y en una ventaja competitiva frente a otras minas de la región.

De igual forma, se puede encontrar el caso de la mina FENIX, ubicada en el centro del departamento de Norte de Santander, en donde DISMET desarrolló en 2013 un proyecto para la puesta en marcha de 550 metros  de cintas  transportadoras subterráneas para la extracción de carbón.  Además, se instalaron 200 metros adicionales de cintas transportadoras exteriores, totalmente cubiertas, que se usaron para el transporte del mineral hacia tolvas, facilitando el cargue directo a los tracto-camiones, para finalmente ser transportado a puertos con destino al mercado internacional.

En conclusión, a pesar de los problemas existentes en el sector minero en Colombia, casos como los anteriormente expuestos, nos muestran que las crisis se han prestado para desarrollar importantes proyectos encaminados a mejorar la competitividad de las empresas dedicadas a la explotación de recursos mineros y, al mismo tiempo, disminuyen el impacto de la deficiente infraestructura de transporte en el país.  Las soluciones siempre están latentes, la empresa privada con el apoyo del gobierno, debe convertir estas situaciones en oportunidades para reinventar, evolucionar y retomar el liderazgo de la industria minera en nuestro país.